Un sistema de asistencia a la salud, basado en médicos
y otros profesionales, que ha rebasado límites tolerables,
resulta patógeno por tres razones: inevitablemente
produce daños clínicos superiores a sus posibles
beneficios; tiene que enmascarar las condiciones políticas
que minan la salud de la sociedad, y tiende a expropiar
el poder del individuo para curarse a sí mismo y para
modelar su ambiente. El monopolio médico y para médico
sobre la metodología y la tecnología de la higiene es un
ejemplo notorio del uso político indebido que se hace
de los progresos científicos en provecho de la industria
y no del ser humano […] Las consecuencias técnicas y
las no técnicas de la medicina institucional se unen y
generan una nueva clase de sufrimiento: la supervivencia
anestesiada, impotente y solitaria en un mundo convertido
en pabellón de hospital.
Iván Illich, Némesis médica. La expropiación de la salud.
Barral Editores, Barcelona, 1975. p. 9
Suele pensarse que el acceso a servicios de salud de calidad y con costos viables para todos y cada uno de los y las ciudadanas de un país es un derecho humano internacionalmente declarado. Sin embargo, basta una pandemia para que se devele que dicho derecho ha sido siempre una utopía y que dicha utopía se ha transformado en una de las pesadillas más aterradoras de las que el mundo entero ya desea despertar. La última frase del fragmento tomado de Illich parecería una premonición: “la supervivencia anestesiada, impotente y solitaria en un mundo convertido en pabellón de hospital”. Es sobre esa supervivencia en medio de un pabellón gigante de hospital en el que el mundo se convirtió mucho tiempo antes que esta pandemia empezara, que este coloquio propone reflexionar. “El sistema de salud está en coma” es la frase común que se oye en estos tiempos. Y con ella preguntas constantes: ¿cuáles son los síntomas y malestares que dicho sistema presenta?, ¿qué estrategias habrán de utilizarse para que su resucitación signifique una vida nueva?, ¿cómo garantizar que ese nuevo sistema de salud garantice la salud del sistema, y viceversa?
Empezaremos por plantear un diagnóstico acerca de un sistema de salud (cuya mención en singular engloba su generalidad y diversidad a la vez); e intentaremos llegar a abrir el horizonte. Siete conferencias magistrales, seis Mesas de conversación y dos presentaciones artísticas nos guiarán al encuentro de posibles respuestas. Personal de salud, antropólogas médicas, agentes comunitarios, parteras, historiadores, psicoanalistas y artistas, animarán la conversación. Y otorgaremos tres reconocimientos a tres extraordinarias mujeres cuyas intervenciones han permitido a comunidades enteras ocuparse de sí mismas de maneras más críticas y sensibles: Lilia América Albert (México), Annemiek Richters (Países Bajos) y Susan Reynolds Whyte (Dinamarca).
El programa marca el inicio de nuestra celebración de los veinte años de 17, Instituto de Estudios Críticos (2001-2021).
Tendrá lugar 100% en línea, a través de nuestro canal de YouTube y 17radio.org
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