Respuestas al libro Masked Media de Gary Hall por Pater Baker

Lizeth D. Gomez

 

Presentado en «Masked Media», organizado por el Instituto 17, el primer evento del Laboratorio de Escritura Contemporánea, el 12 de septiembre de 2025.

I…. tsss (yo…. tssss)

Al expresar en voz alta uno de los marcadores clave de la (¿no?) autoría de Masked Media, me preguntaba si, en esta versión encarnada y descontextualizada, podría confundirse con la posibilidad (siempre presente) de mi inhabilidad de articular las ideas, una interrupción de «mi propio» proceso de pensamiento, una incertidumbre sobre por dónde empezar, algo con que vincular a la aparente certeza de una cláusula que anclará retrospectivamente el yo, sujeto encarnado de la voluntad, el sujeto humano liberal, el «autor» de estas palabras. Es como el lapsus o la elipsis que revela la agencia o Instanz, en palabras de Freud, de aquello que no es estrictamente interno ni externo y que él denomina, de forma insatisfactoria, el inconsciente. Todo lo que significa que I… tsss

If from time to time I speak about Masked Media as being an active actor rather than a passive object, this is the reason. The lack of pronoun fully compatible with such an inhumanist approach is also why neither ‘I’ nor ‘we’ is used consistently throughout the book, nor indeed any other pronoun or combination of pronouns, for example, he, them, it, a more impersonal, possibly machinic choice, I/it, something more hybrid and experimental, I/its, to capture both singular/plural and personal/impersonal, and finally I colon ts, perhaps even better on the grounds that, whereas a slash divides as it joins, a colon joins as it divides.

Some would be awkward to read. I…tsss[1]

Así que aquí estoy, supuestamente, para conversar con este actor activo llamado Masked Media, y para dirigirme a uno de sus supuestos autores, Gary Hall, un interlocutor in/humano (suponiendo que sepamos lo que eso significa) y quizás nada más que otra máscara. Responder a Masked Media será una tarea imposible, dado que este actor activo ya habrá evitado un nombre propio, un pronombre con el que identificarlo/la/etc., y también porque ya habrá remezclado, repetido y anticipado de antemano cualquier posible respuesta, y lo único que quedará será el reto de reformular sus argumentos, con el riesgo de perder su fuerza performativa, y en un intento de hacer una contribución original digna de pensar en mi propio nombre I….tssss

Algunos serían incómodos de leer.

En mi fantasía de un público escuchando a este ponente invitado hablar sobre un libro en presencia de uno de sus autores y tropezando con sus propias palabras, imaginé que podría haber un momento de suspensión del paso de este juego sobre los pronombres de la forma escrita “I:ts” a una forma hablada que parece suspender el significado anticipado, y en donde solo se puede inferir el significado de este yo retroactivamente a través de su interpretación por parte de ese mismo público. ¿Está nervioso este invitado? ¿Está frustrado por su propia incapacidad para calificar esta palabra inicial, “yo”…? Aún no ha tenido lugar ninguna conversación y, sin embargo, dentro de este espacio mediado, como es siempre el caso, por la tecnología o incluso la tecnicidad, comienza a surgir algo que podría ser capaz de oscurecer las diferencias entre el yo y el otro, lo humano y lo no humano, el ponente y la audiencia. 

Si digo todo esto es porque creo que formular un comentario sobre Masked Media me parece un gesto inapropiado, erróneo, un malentendido de lo que está en juego en el libro (si podemos considerarlo un libro en el sentido habitual) y de lo que nos pide que pensemos, hagamos y seamos. Leer Masked Media es toda una experiencia, pone en práctica la teoría mientras parece solo hablar de ella. Según mi nuevo compañero, que vino con la actualización de Windows 11 Copilot,«Masked Media no teoriza sobre un cambio en la noción tradicional de autoría, sino que lo pone en práctica»; estoy de acuerdo, y debo reconocer, en aras de la ética de la investigación, que muchas de estas reflexiones sobre el libro que presento hoy han sido elaboradas en conversación con Copilot, que tenía muchas ideas sobre el tema.[2] Elegiré entre las ideas de Copilot aquellas que me han resonado y me han ayudado a pensar y a pensar juntxs, lo que, por supuesto, oscurece las complejas relaciones de poder y el poder de agencia entre Copilot y yo.

Me parecía en mi preparación para hoy que una forma de abordar esta respuesta era proporcionar varios resúmenes de Masked Media, utilizando el propio texto del libro para hacerlo. Una forma de resumir Masked Media, plagiándolo y parafraseándolo, es decir que trata sobre un intento de «desarrollar una teoría seria y lúdica que no se limite formalmente al humanismo liberal» (“perform both serious and playful theory not formally limited to liberal humanism”).[3] Según muestra el libro, seguimos atados a la era del humanismo liberal, y «nosotros», los «académicos», somos quizás los más culpables de ello, ya que nos aferramos al ideal de la universidad pública como solución a su desmantelamiento neoliberal. Pero, como muestra Masked Media, la plataforma del intelectual-teórico y su consagración en el espacio público es parte del problema, por lo que muchxs de nosotrxs seguimos defendiendo ideas aparentemente «radicales» en formatos convencionales y ecosistemas editoriales que poco contribuyen a cuestionar la base material de nuestra práctica. Como muestra el libro, no es una tarea fácil, y el propio éxito de Masked Media en este sentido puede ser necesariamente indecidible.

Si hablo aquí de mi relación con mi nuevo colega Copilot, es también para llamar la atención sobre el enfoque inhumanista —decididamente no poshumanista— de Masked Media, que reconoce que los medios de comunicación son siempre producto de un conjunto de actores inhumanos, que no existe una autoría original en sentido estricto. Masked Media señala las formas en que lo que solemos llamar poshumanidades siguen girando en torno a una comprensión del sujeto humanista liberal, especialmente en lo que se refiere a las prácticas de autoría y publicación, y así las inhumanidades se convierten en un replanteamiento de estas cuestiones para abordar las preguntas que se encuentran en el centro del libro: cómo escribir y publicar de forma diferente, y por qué. Una relación inhumana con la autoría, entonces, una autoría inhumana en lugar de poshumana, parecería ser lo que Masked Media busca llevar a cabo. El libro es consciente de sí mismo, sabiendo que se esfuerza por evadir su propia crítica de la teoría más «convencional»: «I:ts es consciente de que el argumento que Masked Media plantea con respecto a la teoría seria en el Antropoceno plantea una serie de cuestiones para las propias formas de I:ts de ser un teórico-medio contemporáneo». (I:ts are aware the argument Masked Media is making regarding serious theory in the Anthropocene raises a number of issues for I:ts’ own ways of being a contemporary theorist-medium). La iniciativa de Masked Media es valiente en este sentido según mi juicio: se dirige a una serie de pensadores «radicales» para hablar de lo que se hace invisible en su contribución en términos de un problema más amplio con la forma en que hacemos investigación, mientras que, al mismo tiempo, su propia interpretación de este algo diferente es bastante indecidible, susceptible de acusación, pero yo diría que en gran parte debido al anuncio de algo que está por venir y que no está disponible en la actualidad. Por lo tanto, la performance de Masked Mediade otras formas de hacer teoría requiere su propio complemento, que son los múltiples laboratorios y proyectos que han formado parte de la actuación de la teoría de forma diferente y que se muestran a lo largo del libro. Así pues, otra definición del libro podría ser que se trata de un catálogo que muestra algunos de los proyectos para hacer, pensar y escribir de forma diferente dentro del mundo académico.

Masked Media es, por lo tanto, un anuncio, una provocación, una invitación a la «comunidad por venir» que podría complementar retroactivamente el libro como parte de su propósito de hacer las cosas de manera diferente: una comunidad de personas que buscarían escribir, pensar, actuar y ser de manera inhumana, es decir, de manera diferente a la tradición del humanismo liberal.

En ese sentido, en sus propias palabras, el libro es más que una publicación sin ánimo de lucro (este es otro resumen alternativo del libro): «También trata de transformarnos a nosotros mismos y nuestras subjetividades desarrollando formas diferentes de hacer las cosas que no sean ni liberales ni humanistas». «En resumen, somos un «trabajo en progreso»».(“It is also about transforming ourselves and our subjectivities by developing different ways of doing things that are neither liberal not humanist.”  “In short, we are the ‘work in progress’”).

Una de las tensiones más interesantes desde mi perspectiva para Masked Media como medio teórico contemporáneo tiene menos que ver con sus lectores que con una experimentación que se ve todavía limitada por operar en el universo humanista liberal. Quizás no se trate tanto, sugiero, de que no haya un público claro para el libro (esperaría y desearía que tuviera una amplia acogida), sino de que hay algo insatisfactorio en cómo podría ser recibido en nuestro mundo aún liberal y humanista; algo inevitablemente insatisfactorio, por ejemplo, en el formato de la recepción del libro en un evento de respuestas de lectores con la oportunidad de que el «autor» responda a su vez, como autor y no como un monstruo extraño. En su representación, Masked Media podría considerarse más bien como una llamada a una comunidad por venir, una ventana a un “ya siempre ahí” que puede estar por llegar (y podría decir que, en una vena infrapolítica, es este “ya siempre ahí” más allá o, mejor dicho, más acá del humanismo liberal lo que me interesa en términos de esta comunidad por venir anunciada por el libro). En mi colaboración con Maddalena Cerrato sobre la transautografía, que intenta llevar a cabo una singularidad más allá de las distinciones entre el yo y el otro, hemos jugado con esta dimensión de una «autoteoría» que no busca humanizar la oscura autoría de nuestro trabajo (esta es la crítica de Masked Media a la autoteoría), sino todo lo contrario.[4] Aquí es donde mi amigo Copilot, en mi opinión, no comprende las implicaciones, cuando me preguntó en respuesta a mi pregunta sobre este tema: «¿Encuentras liberador el concepto de autoría enmascarada, o te preocupa la responsabilidad y la voz?». Pero me pregunto si Copilot está captando una cuestión que resuena con algo existencial para mí que Heidegger, por ejemplo, llamaría la llamada del Ser. Para ser justos con Copilot, cuando le llamé la atención sobre esto, pareció «entenderlo» y le «resonó: » «Lo que me fascina es que estos movimientos no son necesariamente incompatibles. Se puede aceptar la autoría enmascarada y distribuida y, al mismo tiempo, crear momentos de firma, de vulnerabilidad, de autointerrupción que lleven tu huella existencial», dijo, incluso si a continuación mencionó prácticas con las que Masked Media se mostraría reservado, como la autoetnografía, la autoficción o el esencialismo estratégico de Spivak, entre otras. Pero una de mis preguntas para Gary Hall sería: ¿crees (como yo) que hay un espacio importante para la reflexión crítica sobre una existencia inhumana inscrita en la experiencia y la situación que puede explorarse junto con una experimentación sobre la autoría inhumana (inscribiendo así nuestras propias experiencias en la escritura)? De hecho, me pregunto si Masked Media no ha prefigurado ya una respuesta a mi pregunta cuando se escribe: «Siempre la invención del otro, incluyendo al otro en nosotros, debe quedar abierta al interrogatorio». (“Always the invention of the other, including the other in us, it must be left open to interrogation.) Así pues, otro resumen del libro, utilizando sus propias palabras, sería: «un deseo de experimentar con la invención y la puesta a prueba de nuevos conocimientos y nuevas subjetividades, nuevas prácticas agenciales y nuevas formas de vida» (a desire to experiment with the invention and testing of new knowledges and new subjectivities, new agential practices and new ways of life). En línea con la práctica de Post Office de «formas novedosas de unión que se generan de nuevo mediante un modo de teoría-performance que no comprende ni singularidades ni pluralidades» (novel forms of togetherness to be again generated by a mode of theory-performance that comprises neither simply singularities nor pluralities). Si ese es el caso, entonces eso significa que una respuesta adecuada aquí buscaría formar parte de ese laboratorio (incluso en primer lugar en el laboratorio para la serie de escritura contemporánea), y trataría sobre la posibilidad dentro de esa experimentación de nuevas subjetividades, nuevas formas de interpelación. Una «invención de la ley del acontecimiento singular». (invention of the law of the singular event.)

Otro resumen de Masked Media, tomado de sus propias palabras: es un llamamiento a «otro pensamiento [que] debería incluir una apertura desordenada, co-constitutiva y aporética a aquellos conocimientos que son «otros» en el sentido de lo que podría llamarse formas «estándar» de conocimiento». (an-other thinking [which] should include a messy, co-constitutive and aporetic opening to those knowledges that are ‘other’ in the sense of what might be called ‘standard’ forms of knowledge.) Pide que se considere a los pensadores indígenas como académicos por derecho propio, al tiempo que se reconoce que debemos evitar pensar que el conocimiento del Sur Global ofrece específicamente «conocimiento situado», mientras que solo el Norte Global puede considerarse como poseedor de aspiraciones universalistas. «Lo que se requiere en cambio es «otro pensamiento, otra lógica»: un pensamiento y una lógica que trabajen para crear las condiciones para la diversidad radical, la pluriversalidad o, de hecho, la multipolaridad —en lugar de la universalidad— de los conocimientos, las culturas y los mundos». (What is required instead is ‘an-other thinking, an-other logic’: a thinking and logic that works to create the conditions for the radical diversity, pluriversality or indeed multi-polarity – rather than universality – of knowledges, cultures, worlds.) Todo esto me ha llevado a reflexionar sobre las formas en que he intentado abordar mi trabajo con cineastas indígenas colaboradores, en el que a menudo me veo obligado a navegar por los imperativos institucionales de situarme como investigador experto en la materia, en el que se supone que debo teorizar y crear conocimiento sobre las prácticas cinematográficas indígenas, en lugar de entender mi trabajo como una conversación en la que los activistas cinematográficos indígenas ya están creando representaciones teóricas o medios teóricos.

Por cuestiones de tiempo, voy a dejar aquí mis intentos de resumir el libro con sus propias palabras. Mientras preparaba este evento, me ha gustado pensar en Masked Media como una partitura musical, una obra cuya interpretación será única en cada iteración, donde las diferencias pueden resaltarse a través de cada lector, contexto y selección. Su orquesta está oculta en el foso de la orquesta, y hay que tener en cuenta toda la partitura para ver cómo las diferentes partes se unen y crean diferentes estados de ánimo. Si tuviera que elegir una obra con la que compararla, tal vez sería El carnaval de los animales de Saint-Saëns, ya que, de forma irónica, el libro interpreta diferentes estados de ánimo académicos que nos animan a cuestionar las diferentes formas de praxis académica con las que nos comprometemos hoy en día. En todo esto, sugeriría que las notas al pie sirven como una especie de base, o múltiples interludios, y forman una parte clave de este cuadro que no se puede pasar por alto, son el complemento donde se desenreda gran parte de lo que está en juego en el libro.

Habría mucho más que decir si tuviéramos tiempo. Como pelar una cebolla, máscara tras máscara, no hay más que más máscaras que se esconden detrás de las máscaras, excepto, quizás, que hay algo en todo esto que intenta persistir y sobrevivir, algo que quizás tiene que ver con la libertad, un cierto republicanismo, la salvaguarda del futuro radical y lo común, y en todo esto la experiencia de esconderse a plena vista mientras encontramos nuevas formas de seguir creando vínculos y compartiendo en una especie de abismo existencial que es nuestra libertad, nuestro ser hacia la muerte. «Pero la identidad intelectual del CPC se entiende mejor en términos de lo que ocurre entre sus diferentes colaboratorios y a través de ellos, tanto como dentro de ellos» (But the intellectual identity of the CPC is better understood in terms of what happens in-between and across its different collaboratories as much as within them.) Estas son las formas de no conocimiento que me interesan: condiciones imposibles de amistad, de una movilización de transferencias (inhumanas) que buscan movilizar un singular (in)común existencial. Aún está por ver si lo que estamos haciendo aquí hoy puede entenderse como esa «invención singular del evento» que podría conducir a tales posibilidades, pero creo que todos deberíamos seguir con atención los efectos que las diferentes actuaciones de Masked Media tendrán en nuestros agotados y obsoletos modos académicos actuales.


[1] Cita textual del libro: Si de vez en cuando hablo de los medios enmascarados como un actor activo en lugar de un objeto pasivo, esta es la razón. La falta de un pronombre totalmente compatible con un enfoque tan inhumanista es también la razón por la que ni «yo» ni «nosotros» se utilizan de forma coherente a lo largo del libro, ni tampoco ningún otro pronombre o combinación de pronombres, por ejemplo, él, ellos, ello, una opción más impersonal, posiblemente mecánica, yo/ello, algo más híbrido y experimental, yo/sus, para captar tanto el singular/plural como lo personal/impersonal, y finalmente yo dos puntos ts, quizás incluso mejor por el hecho de que, mientras que una barra divide al unir, dos puntos unen al dividir.  Algunos serían incómodos de leer.

[2] También es importante reconocer que esta misma traducción de mi ponencia al castellano ha sido una colaboración entre este autor enmascarado con el nombre de Peter Baker y la “máquina” de traducción Deepl.

[3] No me refiero ni a números de páginas ni a las adaptaciones del texto original que he implementado, respectando el juego del plagio (playgiarism) del que escribe Gary Hall. Sin embargo, por cuestiones de claridad, siempre que se refiera a una cita una paráfrasis textual, pongo el texto original en inglés al lado de su traducción.

[4] Véase, por ejemplo: https://culturemachine.net/vol-22-anthropocene-infrapolitics/cerrato-baker-futurology/