Las aportaciones de Bavčar interpelan los lugares comunes de muchos campos de la creación y el pensamiento. Entre ellos, el estudio del signo: “La imposibilidad de definir el significante, en tanto permanece invisible, permite la apertura infinita de lo Real inasible para nuestras metodologías, como, por ejemplo, los hoyos negros en el cosmos que no nos develan —o no aún— su significación. La foto puede expresar una simple constatación: más se ensancha el mundo visible, más se ensancha el mundo invisible.”
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Arqueología de los modos de ver
Bavčar ha hecho de su ceguera y su quehacer fotográfico un laboratorio para la indagación cartográfica de las gamas de la vista: “Las figuras míticas salidas de nuestra cultura grecorromana, como el Cíclope, Edipo, Ulises, Tiresias, Argos, nos revelan la historia de la mirada en sus formas más primitivas.” A la par, ha formulado nuevos modos de comprender la invidencia: “los ciegos son quienes se niegan a ver únicamente a través de lo unidimensional de la mirada y quienes creen en la necesidad mítica del pasaje por la ceguera para acceder a una nueva visión del mundo.”
No dejes de resistir al destino
En seguida un fragmento de “Le voyeur absolu” (Seuil, 1992), volumen en que el pionero de la fotografía de ciegos y ensayista esloveno propone algunos apuntes sobre su vida y su primera relación con la ceguera: “Yo tenía solo siete años cuando murió mi padre. El recuerdo más intenso que guardo de él es el de un fusil para niños que me fabricó, como para decirme: no dejes jamás de resistir al destino. Ignoraba aún que pertenecía a una pequeña nación amenazada por otros. ¿Cómo hubiera podido comprender entonces que sería lo mismo para mí y que me haría falta tanta energía para defender mi propia identidad?”.
Um instituto que aporta ao português
Máquina produtora de silêncio. Traço da insólita iniciativa de Weil, marca da acolhida da psicanálise pela crítica social em sua interrogação crucial do pensamento ilustrado, símbolo da resistência política à hecatombe totalitária, o 17 é também minha homenagem personalíssima às palavras do amigo. Distante eco de uma luz extinta, esse número é para mim a nominação impossivelmente universal daquilo que cada desterro deixa para trás.
L’image comme danse
En effet nous ne pouvons pas ne pas imaginer —au sens de «faire des images» et de les habiter— parce que nous ne pouvons pas ne pas nous exposer à l’ouverture infinie du sens et/ou du propre qui l’un comme l’autre et l’un dans l’autre ne peuvent pas être simplement donnés, posés dans une identité à soi. Tout simplement parce que cela n’existe pas: «exister» au contraire c’est être hors de soi, ce qui en toute rigueur ne veut rien dire car s’il n’y a pas de «soi» il n’y a pas non plus de «dehors».