Actualidad


Abordajes de actualidad

Um instituto que aporta ao português

Máquina produtora de silêncio. Traço da insólita iniciativa de Weil, marca da acolhida da psicanálise pela crítica social em sua interrogação crucial do pensamento ilustrado, símbolo da resistência política à hecatombe totalitária, o 17 é também minha homenagem personalíssima às palavras do amigo. Distante eco de uma luz extinta, esse número é para mim a nominação impossivelmente universal daquilo que cada desterro deixa para trás.

L’image comme danse

En effet nous ne pouvons pas ne pas imaginer —au sens de «faire des images» et de les habiter— parce que nous ne pouvons pas ne pas nous exposer à l’ouverture infinie du sens et/ou du propre qui l’un comme l’autre et l’un dans l’autre ne peuvent pas être simplement donnés, posés dans une identité à soi. Tout simplement parce que cela n’existe pas: «exister» au contraire c’est être hors de soi, ce qui en toute rigueur ne veut rien dire car s’il n’y a pas de «soi» il n’y a pas non plus de «dehors».

La imagen como danza de Jean-Luc Nancy

Imagen como danza

La imagen danza porque “el lugar le falta”; ella no “permanece” “ahí” sino porque no tiene lugar “propio”: palabras móviles, movilizadoras del filósofo que hacemos nuestras. Resulta sumamente problemático omitir la residualidad inherente a la imagen, así como su constitutiva e insumisa opacidad. La imagen, la imagen misma, resta inaprehensible para cualquier rejilla dogmática, técnica, académica o política. Vérselas con la imagen es ir más allá de cualquier artículo de fe, como también de cualquier cálculo o estabilización. La imagen excede cualquier principio de autoridad y cualquier consumo. Son estos los términos que orientaron el coloquio “Las tres eras de la imagen” —que Jean-Luc Nancy abrió con esta intervención— convocado en 2015 con el Centro de la Imagen por 17, Instituto de Estudios Críticos, cuyas participaciones se reúnen en el libro Los cuerpos de la imagen, que puede ser adquirido aquí.

Tráficos

Hoy no están separados el crimen organizado y los mercados legales, sino que hay un solo mundo marcado por tráficos de todo tipo. El presente esclarecimiento de los tráficos ya anticipaba, en 2009, en la estela de la crisis económica de entonces, el resurgimiento fascista al que hoy asistimos: «El auge de los populismos en el mundo hace temer lo peor: nunca hay que olvidar que después de la crisis bursátil de 1929 vinieron 1933 y el trágico ascenso de un Hitler que atrajo a tanto canalla generado por el ultraliberalismo de aquel entonces».

Drogas, armas, cuerpos desechados

Estupefacientes. Armas. Trabajos de explotación marginal. Migrantes. Órganos robados. Cuerpos de desecho. Paradoja de lo residual: lo abyecto no es extraño al capital o la Modernidad, sino su despliegue. Estado de excepción en el intercambio económico y social. Ausencia de contractualidad y, en última instancia, de reciprocidad. Circulación y transformación de la riqueza al margen de cualquier régimen de control. Proposiciones de Raymundo Mier que sirvieron de faro en los debates del coloquio «Tráficos», convocado por 17, Instituto de Estudios Críticos en 2008. Su lacerante actualidad nos impulsa a circularlas de nuevo.