Que les ayude más
La capilla estaba en el centro y daba hacia el río Machángara. Se hizo la inauguración con muchas autoridades del país: civiles, eclesiásticas, militares, damas voluntarias de Quito, todo fue una bomba; la inauguración se hizo, pero sin pacientes. Los pacientes fueron traídos después en camiones. Las Hermanas de la Caridad vinieron a la enfermería. Utilizaban una protección, como si fuera un disfraz. Ni los ojos podían verse porque usaban unas gafas especiales, ropa especial, zapatos especiales, y caminaban sobre cal, para no contaminarse. Las Hermanas llegaban sólo hasta la puerta de entrada. Entonces se tocaba la campana para que se acercaran los enfermeros. Los enfermeros eran los mismos pacientes. Se encargaban de recibir el tratamiento y dárselo a sus compañeros. Los materiales de las curaciones, y el médico también, llegaban sólo hasta la puerta de entrada.