La mirada invisible

La mirada invisible fue la primera exposición colectiva internacional de fotógrafos ciegos. Reúne el trabajo de quince invidentes de Escocia, Eslovenia, Estados Unidos, Francia y México. Fue curada por Douglas McCulloh e inaugurada como Sight Unseen en el California Museum of Photography en mayo de 2009. No por casualidad, su itinerario internacional inició en México, pues hizo eco de las exposiciones, eventos y publicaciones concretadas en el país a finales de la década de los noventa. El inicio de su gira nacional coincidió con la entrega del doctorado Honoris Causa por 17, Instituto de Estudios Críticos a Evgen Bavčar, y su montaje fue dedicado a la memoria de Gerardo Nigenda, fallecido apenas un mes antes de su inauguración.

Sueños cromáticos

A la obra fotográfica de Evgen Bavčar en blanco y negro que puede ser conocida en línea —por ejemplo en Zone Zero, la primera galería digital en difundir su trabajo ampliamente— sumamos en seguida la primera colección de imágenes en color circuladas por el fotógrafo. Se trata de series concernidas con Louis Braille, Eslovenia, la infancia y la persona de su autor, así como diversos motivos relacionados con la vista y la ceguera. Fueron publicadas originalmente en El fotógrafo ciego. Evgen Bavčar en México (volumen coeditado por Editorial Diecisiete con el Fondo Nacional Para la Cultura y las Artes, México, 2014, que puede ser obtenido aquí).

Un dios ciego que crea soles

Uno de los más conocidos investigadores contemporáneos de la fotografía se detiene en Bavčar y da cuenta de su propuesta: “Victor Hugo, al escribir sobre la sordera de Beethoven, exclamó: ‘¡Parece que viéramos a un dios ciego crear soles!’ Podríamos transportar esta idea a la obra de Evgen Bavčar. Lo más admirable no es que logre hacer fotografías a la manera de los videntes, sino que nos enseña lo que puede ser la fotografía de un ciego. El desafío principal no reside en haber vencido la dificultad —por grande que esta sea—, el mérito está en revelarnos un universo visual nacido de la noche. En la obra de un fotógrafo ciego se suscita una correspondencia. Por un lado, está Evgen Bavčar que hace mucho tiempo no tiene acceso a nuestro entorno de luz y de formas; por el otro estamos nosotros que, frente a sus obras, al fin podemos conocer un universo desconocido y, sin embargo, presente”. 

México, diez años después

«Se necesitaron siglos antes de que los ciegos tuvieran derecho a la escritura, luego fue necesario que pasaran dos siglos más entre este momento y el reconocimiento del derecho a la imagen. Me pareció necesario reconocer que estaba ante un gesto que debía considerarse pionero de un cambio considerable: una institución reconocida se atrevía a rebasar las ideas preestablecidas e introducía en la reflexión crítica a todos aquellos que permanecieron durante siglos fuera de los registros universitarios. Para comprender los alcances de este acto hay que pensar en la larga historia que transcurre entre el primer sabio griego que reflexiona en torno al ciego hasta nuestros días. En este mundo dirigido, dominado por la imagen, no es confortable, ni justo, quedar condenado al analfabetismo de la imagen”.

Los ciegos y el cine

La ceguera no es ajena a la fotografía: es condición suya. También estructura el resto de los dispositivos ópticos y visuales, como el cine. Así lo demuestra la siguiente ponderación, colocada a modo de preludio de las elaboraciones en torno a la imagen y los Estudios visuales vertidas, en 2015, durante el coloquio “Las tres eras de la imagen” (el encuentro fue convocado por 17, Instituto de Estudios Críticos en conjunto con el Centro de la Imagen, y sus participaciones fueron reunidas en Los cuerpos de la imagen, libro que puede ser adquirido aquí).