Emisarios de cosas abandonadas por los dioses

El término alemán Heim designa al hogar. No únicamente una casa, sino el espacio que constituye la acción de habitarlo, con todas sus implicaciones, por el sujeto, sus objetos, sus fantasías, sus obsesiones y sus deseos. El hogar es un universo personal que permanece habitado, incluso después de la muerte del individuo, pues en él pueden permanecer artefactos permeados de subjetividad. Emisarios de cosas abandonadas por los dioses es una exposición curada por la estadunidense Elena Filipovic en Estancia FEMSA-Casa Luis Barragán, que pretende viajar en el tiempo a un presente que el arquitecto nunca conoció para imaginar la casa llena de obras de arte de una nueva generación de artistas contemporáneos.

Las obras de arte, objetos y muebles que Barragán concibió para ella y que han permanecido ahí incluso después de su muerte, en 1988, han sido reemplazados temporalmente por sus equivalentes o “emisarios”, seleccionados de acuerdo a sus correspondencias formales y/o conceptuales, con los originales. Por ejemplo, una representación anónima de marfil de la Crucifixión de Cristo es reemplazada por una fotografía de un bebé afroamericano nacido muerto, obra de la fotógrafa Deana Lawson. Las piezas colocadas exactamente donde cada uno de los objetos fueron retirados produce un sentimiento de “inquietante extrañeza”, como Julia Kristeva se refiriere al binomio heimlich/unheimlich, con el que Freud describe la dinámica del inconsciente a través del concepto de lo familiar que, al mismo tiempo, permanece oculto en la penumbra y, por supuesto, de lo siniestro. Emisarios de cosas abandonadas por los dioses es una exposición que remite constantemente al sentimiento de lo extraño en lo familiar, sacando al espectador de su zona de confort dentro del hogar de un personaje emblemático que nos observa desde el desplazamiento físico y conceptual de su subjetividad.

Se puede visitar hasta el 15 de diciembre de 2019 en Estancia FEMSA-Casa Luis Barragán.

Para acceder al sitio web, clic aquí.

 

The Climate Reality Project – América Latina

Pocos lo saben, pero existe una clasificación literaria que corresponde a los tiempos que estamos viviendo, por lo que quizás ha dejado de ser una rama de la ciencia ficción: Cli Fi, Climate Fiction. El término acuñado por la activista política, crítica y escritora canadiense, Margaret Atwood, está dejando de tener vigencia porque el futuro que percibía como postapocalíptico, está a punto de alcanzarnos.

La comunidad científica global ya lo advirtió, de no limitar el aumento de la temperatura global a 1.5°C, las consecuencias para la tierra y la vida como la conocemos serían fatales, los riesgos de inundación se incrementarían, millones de personas estarían expuestas a sequías, olas de calor y falta de alimentos, mientras que millones de especies de animales, plantas e insectos desaparecerían para siempre.

The Climate Reality Project tiene la misión de catalizar soluciones globales contra la crisis climática, al hacer de la acción urgente una necesidad en todos los niveles de la sociedad. Liderados por el exvicepresidente de Estados Unidos, Al Gore, la organización reúne a activistas y les provee de herramientas para plantear soluciones que salven a nuestro planeta. En México son poco más de 1,300 líderes que comunican la verdad sobre la crisis climática basada en ciencia para inspirar a más personas a unirse a la conversación y convertirse en una poderosa fuerza de cambio.

Del 20 al 21 de noviembre, Al Gore y Climate Reality presentarán 24 horas de realidad: La Verdad en Acción, una conversación global sobre la crisis climática y cómo podemos resolverla. 24 Horas de Realidad es una iniciativa para sumar esfuerzos colectivos y realizar un gran impacto. 24 horas de Realidad se llevará a cabo en las principales ciudades de América latina, con actividades en Bogotá, San José, Lima, La Paz, Buenos Aires y Santiago, además de México.

Organiza una presentación gratuita de La Verdad en Acción en tu lugar de trabajo, escuela u otro lugar que funcione para ti. El cambio climático es el mayor reto en la historia de la humanidad. Únete a 24 Horas de Realidad y haz comunidad en América Latina. Solo necesitas registrarte en el siguiente enlace: https://www.24hoursofreality.org

 

La inundación está en otra parte

“En 2007 fui testigo de la gran inundación en Tabasco a la que miraba, expectante, el resto de la República Mexicana y del mundo. Pero no es solamente del rebosamiento de las aguas de lo que quiero dar testimonio. Ante el desborde, el impacto y la interpelación urgente de aquella realidad, después de todas las acciones inmediatas e ineludibles de rescate y salvaguarda, después de la posterior reactivación progresiva de las actividades sociales y económicas de toda índole, aún nos queda pendiente una tarea con la memoria, un quehacer con todo lo dicho, con lo decidido, con lo que fue dado y con lo que aún espera por decirse, decidirse y darse”.

Retratos escritos

“Quería utilizar la historia de vida —una herramienta que proviene del campo de las ciencias sociales y que yo había usado alguna vez en el terreno de la investigación de mercados— para hacer mis retratos, a los que originalmente concebía como un quehacer artístico: “Se trataría —consideré en un principio— de emplear un método que proviene de este ámbito como herramienta para mi trabajo de retratista”. Pensaba, pues, mi tarea como algo que se situaba entre las ciencias sociales y el arte, y ponía aquellas al servicio de este. Ahora me doy cuenta de que me movía dentro de una fuerte ambivalencia —que con toda seguridad tiene que ver con una cuestión personal— y me cuestiono si es posible mantenerse en ella. Creo que no”. 

De cara al sufrimiento, algo muy humano

Si sólo nos fijáramos en la apariencia externa de Carlos quedaríamos impactados por su cuerpo, sus movimientos involuntarios o su mirada penetrante.

Él se llamaba a sí mismo: Carlos, Charlie y yo.

Carlos era el hombre de profundos pensamientos, de gran cultura y de un deseo continuo de descubrir al mundo en el que vivía, lo que lo llevó a estudiar varias carreras y a terminar, después de muchísimo esfuerzo, la carrera de filosofía la cual le ayudó a desarrollar una visión del mundo muy personal.

Charlie era el nombre que le daban sus amigos y amigas, era el que albergaba sentimientos amorosos para todos, para todos los que se le acercaban.

Charlie era buscado por muchas personas para que simplemente los escuchara o para encontrar con él respuesta a sus problemas o inquietudes. Siempre tenía los brazos y el corazón abiertos para todos los que lo buscaban.

Yo era el hermano e hijo queridísimo por la familia. Aquél que con su actitud ante la adversidad de la vida nos enseñaba diariamente a encontrar el lado positivo de todo, absolutamente de todo.

Quien lo conocía quedaba marcado para siempre por su juicio, sus pláticas, sus bromas, su cariño para todos los que lo rodeaban.

Alguna vez alguien me preguntó si podía describir a mi hermano y yo le contesté: Carlos, Charlie y yo es el alma más libre que conozco aunque está presa en un cuerpo muy limitado.

Sara Luisa García Sabaté

 

(Nota: en breve, De cara al sufrimiento, algo muy humano será publicado íntegramente por Editorial Diecisiete en la serie Habitaciones).