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«Es necesario honrar las epistemologías de los diferentes saberes. Tenemos que descentralizar la idea de que solo hay una epistemología correcta, de que todo es jerárquico. Necesitamos pensar en otro tipo de horizontalidad»

“Hay que enfatizar dos puntos respecto a un sistema de salud sin fondos que genera grandes inequidades: primero, los esfuerzos de la gente para gestionarse; en segundo lugar, esos esfuerzos son, quizás, lo más importante, porque la gente que hace políticas publicas no reconoce esta problemática.

La inequidad no es solo una cuestión de quién puede comprar o no medicinas, sino que hay inequidad entre pacientes y clientes en términos de educación, conocimiento y el tipo de confianza que tienen al hablar o dirigirse al personal de salud”

«México no es un país contaminado como otros, es uno de los peores lugares del planeta, solamente al nivel de lo que se alcanzó en China es su vorágine de desarrollo industrializador, o lo que está ocurriendo en la India, en Indonesia, en Ghana o en Nigeria… Estamos entre los peores lugares del mundo, entre otras cosas porque somos vecinos del núcleo de la devastación histórica y planetaria que es Estados Unidos, que es, sin duda, el país que más destrucción ambiental ha llevado a cabo en todos los tiempos y en todos sus territorios en un proceso de destrucción tan intenso que lo ha tenido que exportar»

«Los plaguicidas con actividad hormonal son cientos de sustancias sobre las que no tenemos control. ¿Cuáles son los efectos? Son insidiosos, no se notan al principio; son ambiguos, se pueden confundir; son múltiples, no es uno solo.

Cada país tiene la libertad de decidir, si hay plaguicidas que no estén en las listas internacionales pero que consideren peligrosos, pueden elegir no usarlos. Si no es un crimen de omisión, es un crimen de ignorancia».