Creación


Experiencia de la inscripción

Revista Verdecruz

 Hace nueve años, con ocasión de las festividades del 15 de Agosto de 1961 sale por vez primera la Revista “Verdecruz”, órgano oficial del Sanatorio “Gonzalo González”. Y, con esta oportunidad, los que patrocinamos la aparición de este vocero, nos fijamos una meta, por cierto, compleja, y al parecer, inalcanzable: la rehabilitación integral del paciente de Hansen. Pero para cumplir con esta tarea que nos habíamos impuesto, teníamos que llegar al pueblo, a los líderes de la comunidad como profesores, estudiantes, sacerdotes, y profesionales, etc., con nuestra palabra sencilla y veraz fundamentada en los adelantos de la Leprología.

Comencé a escribir

En el año 1927 en que fue inaugurado, el enfermo llegaba, cruzaba las puertas del leprocomio y no volvía a salir. Ahí moría, y era sepultado en un cementerio que había en los mismos terrenos. Después de muchos años, poco a poco, le fueron permitiendo al enfermo que saliera a la calle o que le visitara la familia. En 1977 pasó a ser el hospital Gonzalo González. Luego, comienzan a dar ingreso a enfermos con otros padecimientoss, ya no eran solo personas con Hansen. Con el avance de la medicina, en 1987 llegan nuevos medicamentos que detienen la enfermedad y curan al enfermo.

Los límites de la ficción

¿Puede el arte devolvernos un sentido de la orientación? ¿Puede la estética reestablecer la capacidad de reflexión en el sujeto? “Los límites de la ficción” de José Antonio Sánchez, especialista en cine y artes escénicas en España, se aproxima, desde una mirada panorámica, al diálogo que el teatro y el arte establecen con el fenómeno de la violencia producida por diversos regímenes que, coludidos con el Estado y los medios, ejercen el terror para continuar con un sistema de control y lucro. Desde León Ferrari a Forensic Architecture, de Argentina a Vietnam durante los años setenta, pasando por España, la Rusia de Putin, el México del 68 y del narcoestado actual; la cartografía de Sánchez se expande y contrae para denotar el poder del arte para visibilizar, denunciar y tratar de restablecer un sentido de justicia en un mundo donde los sistemas de represión y control pretenden ocultar la verdad para confundir y desubicar al sujeto.

Construcción de espacios afectivos

“Construcción de espacios afectivos: visibilizar la memoria (re)habitar lugares”, de Carlos Méndez y Hortensia Mínguez, aborda la relación compleja y yuxtapuesta que puede haber entre futuro y pasado a partir de las obras de tres artistas —Thomas Kilpper, Patricia Gómez y María Jesús González—, cuya acción poética reconfigura espacios consumidos por el tiempo y abandonados por sus residentes, en el afán de recuperar la memoria y el ciclo de vida de aquellos lugares. Tomando los vestigios del pasado como herramienta mnemotécnica que desoculte dicha oscuridad y el espacio habitado como material plástico, Méndez y Mínguez reelaboran la posibilidad de los espacios afectivos.

Una posibilidad se disuelve

El acceso a herramientas de geoposicionamiento, mapas digitales en dispositivos móviles y capas de información incorporadas explica la imposibilidad actual (y relativamente reciente) de perderse en el mundo. Sin embargo, a la luz del creciente volumen de datos generados, el fenómeno encuentra un nuevo terreno: nos es cada vez más difícil situarnos en el mundo y dilucidar un sentido en un espectro de información (aunque no necesariamente conocimiento) que crece de forma exponencial, más allá de nuestra capacidad de comprensión y análisis. Este breve recorrido por las cartografías digitales apunta a un posible futuro a corto plazo: de manera similar a un espacio tetradimensional (aquel en el que los objetos de tres dimensiones no están constreñidos, sino envueltos y cruzados por el tiempo), enormes colecciones de datos ordenados propiciarán el surgimiento de un hiperespacio en el que todas las superficies encuentran un correlato digital capaz de ser leído e interpretado por algoritmos.