Nuestra economía

Desde 2001, 17, Instituto de Estudios Críticos ha mantenido la política de sostenerse autónomamente. Aunque ha recibido apoyos públicos, privados y fondos de cooperación para proyectos específicos, no depende de subsidios, inversionistas, ni fondos internacionales. De ahí que las aportaciones económicas de sus estudiantes (bajo la forma de donativos, extendidos a nuestra Asociación Civil) sean decisivas para asegurar la independencia intelectual del proyecto. Así debe sostenerse la crítica en una sociedad, pensamos: sin depender del Estado, del Mercado, ni de instancias orientadas por sus propias agendas. El reto es grande, ¿cómo lo logramos? En primer lugar, destacando entre nuestros participantes la importancia de la colaboración económica en la dimensión colectiva. En segundo lugar, ofreciendo diversos mecanismos para evitar que el dinero sea un obstáculo para quien desee formarse con nosotros. En tercer lugar, ofreciendo una serie de servicios que fortalecen nuestro quehacer. Hoy, además, instalamos el Ensamble Crítico, una alianza social y económica de alcance latinoamericano cuyo fin es fortalecer los sectores cultural, académico y social de nuestra región.