iteratura

Muchas gracias, Eleonora, por tu entrada más reciente en el Blog de la Caravana. Mi enhorabuena por la rica serie de actividades impulsadas entre nosotros por el área de literatura, a tu cargo. Sin duda, la emergencia de la excritura ha tenido una particular importancia, y quiero mencionar en relación con ésta el papel jugado a tu lado por Pablo Domínguez Galbraith. Ayer inició el nuevo ciclo de escritores latinoamericanos, lo que hace especialmente oportuna la circulación de tu aporte. Pero quiero decir que al internarme en ella llamó mi atención tu formulación con respecto al lugar de la literatura en 17, que en efecto ha sido medular desde el comienzo. Afirmas que la literatura ha jugado el papel de Otro de la teoría crítica y el psicoanálisis, pero creo que no es exactamente así, dado el lugar en que tal formulación deja a la teoría crítica y el psicoanálisis. Intento explicarme.

Excribir hoy: encuentros de Łiteratura latinoamericana

La escritura excribe el sentido tanto como inscribe significaciones
Jean-Luc Nancy.
Lo excrito

Hace casi exactamente un año, en julio de 2023, y después del XXXV Coloquio Internacional, Imaginación crítica (San Ildefonso, del 23 al 28 de junio de 2023), a cargo del área de Łiteratura de 17, Instituto de Estudios Críticos, cristalizó una orientación que bien podría articular las actividades del área por venir, reanudando su propia historia y su función en el Instituto. Desde el principio, para 17, la literatura fue el Otro indispensable de la teoría crítica y del psicoanálisis; y, por ende, uno de los pilares que pulsan en su accionar explícitamente posuniversitario. Pero esa “literatura” poco tiene que ver con lo excelso y lo monumental de la Institución Literaria, suficientemente desconstruida ya; y menos aún, con los avatares del mercado editorial. La Łiteratura que nos interesa es la que reinventa sus maneras de resistir insubordinada e ingobernablemente a los poderes que hoy comparten su hegemonía: menor y abierta a sus propios devenires, como proponía Gilles Deleuze; afecta a lo residual y hospitalaria con los restos; consciente de que “no toda es”, tal cual decía Lacan que “Ła Mujer no existe”.

Łiteratura. Una propuesta de 17, Instituto de Estudios Críticos

El pasado martes 26 de marzo de 2024 conversamos con Berenice Camacho y Miguel Ángel Quemain, en Primer Movimiento, programa que ambos conducen en Radio UNAM, en torno a la relevancia que tiene la literatura en la concepción del proyecto mismo de 17, Instituto de Estudios Críticos, así como también acerca de la actual rearticulación del área de Łiteratura, de sus propuestas más recientes y de su participación en los posgrados de Teoría Crítica del Instituto. De este diálogo surgieron algunas reflexiones sobre las cuales volvemos aquí.

¿En qué sentido pensar la literatura comporta una reflexión sobre la escritura/excritura, en tanto inscripción del significante en la cultura y, al mismo tiempo, en cuanto vaciamiento, hendidura de lo Real en el trabajo con lo Simbólico y lo Imaginario? ¿En qué sentido, además, ella involucra, más allá de la Biblioteca, como ordenamiento patrimonial del canon, una revisión del archivo para trazar en él nuevos recorridos y relecturas críticas? ¿Cómo se anudan estas interrogantes acerca de la escritura/excritura y a propósito del archivo, en la concepción de la literatura que proponemos en 17, Instituto de Estudios Críticos, y en los procesos para nosotros indisociables de creación e investigación que corresponden a esa “práctica de la letra”, según la definiera el psicoanalista Jacques Lacan? ¿Cómo se redefine el acercamiento a esos procesos en el marco de un modelo de formación especializada y extensión que se concibe a sí mismo como posuniversitario?

 

Ła literatura (que no-toda es) en 17, Instituto de Estudios Críticos

Compartí versiones anteriores del siguiente texto con algunas de las personas que me han acompañado en la coordinación del área de Literatura de 17, Instituto de Estudios Críticos, que asumí hace casi dos años. Con cada una, he sostenido un intercambio intenso, que en muchos casos incorpora la memoria de un tiempo anterior, y en otros, el apunte certero dicho en el momento preciso… Las interrogantes se han ido concatenando: ¿cómo concebir el área de Literatura en el marco posuniversitario de 17, Instituto de Estudios Críticos? ¿Cómo pensarla en ese cruce de saberes y perspectivas que propone: psicoanálisis, teoría crítica, filosofía política, estética… y, antecediéndolos, “literatura”? ¿Qué tiene que añadir, aún, la literatura a los diversos debates que suscita el presente confuso y convulso con el que nos confrontamos? ¿Qué saber anticipa, respecto del acontecimiento, las formas, los efectos y afectos, las derivas de este presente? ¿De cuál literatura hablamos, hoy, cuando hablamos de “Literatura”? ¿Cuál literatura despierta nuestro inter-és, y lo orienta hacia la cristalización de una respuesta conceptual y formativa de lectura y acción poiética, al mismo tiempo teórica y práctica, en el instituto? El diálogo con las personas a las que me refiero colegas, amigas pulsa entre las líneas de lo que formulo a continuación: Benjamín Mayer Foulkes, Oriele Benavides, Pablo Domínguez Galbraith, Beatriz González Stephan, Julio Ramos, Vicente Lecuna, Javier Guerrero, Paulette Silva, Raúl Antelo, Gabriela Olivo de Alba, Erik del Bufalo, Rodrigo Ponce, Ana Hounie, Gabriela Frigerio, Andrés Gordillo, Valentina Fuentes, Javier León… Y a este se suma el que he sostenido con otros colegas y tutores de algunas actividades realizadas antes, y de los dos nuevos programas diseñados por el área, los Certificados A-Saltos, literatura revisitada y Excribir hoy: Meri Torras, Raquel Rivas Rojas, Fernanda del Monte, Nuria Girona… Asimismo, la escucha y la lectura atenta de algun_s escritor_s latinoamerican_s contemporáne_s cercan_s: Diamela Eltit, Carmen Boullosa, Lina Meruane, Mario Bellatin, Rafael Castillo Zapata, Jacqueline Goldberg, Gabriela Cabezón Cámara, María Fernanda Ampuero, Alejandro Tarrab, Luis Othoniel Rosa, Daniela Rea, André Felipe…

Desde una posición (pos)critica —después y además del problema del juicio— proponemos pensar Ła literatura, como una literatura que no-toda es: portadora de un goce otro —para decirlo con Lacan—, suplementario —para decirlo con Preciado—, capaz de articular la singularidad que le atañe. Esto es: como una “práctica de la letra”, muy cercana al Real: una escritura —inscripción, huella, trazo—, que es al mismo tiempo ex-critura —litoral del “afuera” al que roza. En este sentido, las ofertas desplegadas por el área articulan una zona de contaminaciones entre la lectura y la acción poiética, orientada a nutrir los procesos de pensamiento y expresión por los que apostamos.