Hace poco más de un año, cuando llegaba a la Ciudad de México después de un complejo proceso de desarraigo, que supuso salir de Venezuela con mi hija adolescente y nuestros dos gatos, para emprender una nueva alternativa de vida subjetiva y profesional, gracias a un invaluable apoyo del Institute of International Education (IIE), a la acogida generosa de Benjamín Mayer Foulkes en 17, Instituto de Estudios Críticos, a mi padre, a quien dejé ya mayor, a mi hermano, quien había partido antes hacia República Dominicana, y a los amigos y amigas que me apoyaron afectiva y económicamente, no imaginaba la intensidad de la experiencia por venir. Imaginaba, sí, que una vida distinta era posible; y, en ese sentido, que algo había más allá de la ruina y el deterioro. Quizá por ello mi interés en la orientación del próximo XXXV coloquio internacional “Imaginación crítica”, derivada de las discusiones del encuentro anterior (“Para una gestión crítica de la cultura. La gestión como pro-ducción”), de cuya coordinación estoy a cargo, como responsable del área de Literatura del Instituto. Este próximo coloquio, que se desarrollará en una doble modalidad, presencial y virtual, del lunes 26 de junio al sábado 1o de julio de 2023, en ese lugar precioso que es el Colegio de San Ildefonso, tiene que ver con el tránsito que opera la imaginación, cuando es crítica, de los impasses a los pasajes, es decir, de la angustia y la parálisis a la materialización de un deseo en acto.
Imaginación crítica: el XXXV coloquio internacional y la nueva Cátedra de Estudios Críticos Avanzados
El XXXV coloquio, heterogéneo y potente como los que le preceden, articulado asimismo en colaboración con las diversas áreas de pensamiento y estudio que integran el archipiélago del Instituto, ha convocado a una serie de intelectuales públicos, académicos y creadores de México y otras partes de América Latina y del mundo, para pensar el problema de la imaginación crítica, desde sus diversas posiciones y zonas de desempeño. Pero, además, en esta oportunidad el coloquio inaugura la Cátedra de Estudios Críticos Avanzados, así como las actividades concebidas también por el área de Literatura para la segunda mitad del año 2023: un ciclo de conferencias de contundencia incuestionable, “Imaginación crítica (del impasse al pasaje)”, que diseñé junto con Pablo Domínguez Galbraith; el seminario de debates contemporáneos, “Imaginación crítica: teoría y acción poiética”, que lo acompaña, y del cual seré la tutora; una serie de podcasts dedicados a lecturas fundamentales, en cuya producción me acompañará Andrés Gordillo; y una serie de entrevistas para el programa 17, Narrativas sonoras, que dirige Gabriela Olivo de Alba en 17, Radio. Al final, algunas de estas intervenciones serán compiladas en una edición de 17, Editorial.
En un bello ensayo contenido en el libro Desnudez (2011), publicado por la editorial argentina Adriana Hidalgo, “¿Qué es lo contemporáneo?”, el filósofo italiano Giorgio Agamben afirma: “contemporáneo es aquel que mantiene la mirada fija en su tiempo, para percibir, no sus luces, sino su oscuridad […], aquel que está en condiciones de escribir humedeciendo la pluma en la tiniebla del presente”. Y corresponde al poeta, según Agamben, “mantener fija la mirada en los ojos de su siglo-bestia, [a fin de] soldar con su sangre la espalda quebrada del tiempo”. Mientras iba componiendo los fragmentos que abonaban a la propuesta conceptual de “Imaginación crítica”, no dejaba de pensar en este texto de Agamben, y en esa oscuridad de lo contemporáneo de cara a la cual nuestra capacidad de figuración emerge como respuesta en pensamiento y acción creadora: hoy lo contemporáneo es el impasse generalizado que vivimos en todos los ámbitos de la existencia personal y colectiva; la “turbación” de la que habla en extenso Gareth Williams, en una crisis epocal de dimensiones inauditas. Sin embargo, como recuerda Georges Didi-Huberman, cuyas reflexiones van apuntalando el trayecto trazado por el conjunto de las actividades descritas, aún es posible recuperar nuestra propia capacidad de percibir a las luciérnagas, esos seres que brillan en la oscuridad con la luz diminuta que se desprende de sus cuerpos en contacto y en movimiento. La metáfora de las luciérnagas nos recuerda que la imaginación, “ese trabajo productor de imágenes para el pensamiento”, es también una forma de concebir pasajes.