La imagen danza porque “el lugar le falta”; ella no “permanece” “ahí” sino porque no tiene lugar “propio”: palabras móviles, movilizadoras del filósofo que hacemos nuestras. Resulta sumamente problemático omitir la residualidad inherente a la imagen, así como su constitutiva e insumisa opacidad. La imagen, la imagen misma, resta inaprehensible para cualquier rejilla dogmática, técnica, académica o política. Vérselas con la imagen es ir más allá de cualquier artículo de fe, como también de cualquier cálculo o estabilización. La imagen excede cualquier principio de autoridad y cualquier consumo. Son estos los términos que orientaron el coloquio “Las tres eras de la imagen” —que Jean-Luc Nancy abrió con esta intervención— convocado en 2015 con el Centro de la Imagen por 17, Instituto de Estudios Críticos, cuyas participaciones se reúnen en el libro Los cuerpos de la imagen, que puede ser adquirido aquí.
Almodóvar y el trauma
La memoria, sus restos dañinos y su potencial transformador en el presente. Son estos aspectos que ocupan al célebre cineasta español, cuyo filme autobiográfico Dolor y gloria tanto se comenta hoy. Para acompañar la circulación creciente del libro de Julián Gutiérrez Albilla, Aesthetics, Ethics and Trauma in the Cinema of Pedro Almodóvar (Edinburgh University Press, 2017), compartimos su ensayo “Estética, ética y trauma en el cine de Pedro Almodóvar”, como acercamiento en español al libro, así como la respuesta al mismo volumen ofrecida por Camila Moreiras, bajo el título «Lo Matricial —Severalities—».