La inundación está en otra parte
“En 2007 fui testigo de la gran inundación en Tabasco a la que miraba, expectante, el resto de la República Mexicana y del mundo. Pero no es solamente del rebosamiento de las aguas de lo que quiero dar testimonio. Ante el desborde, el impacto y la interpelación urgente de aquella realidad, después de todas las acciones inmediatas e ineludibles de rescate y salvaguarda, después de la posterior reactivación progresiva de las actividades sociales y económicas de toda índole, aún nos queda pendiente una tarea con la memoria, un quehacer con todo lo dicho, con lo decidido, con lo que fue dado y con lo que aún espera por decirse, decidirse y darse”.