La polifonía aquí puesta en marcha también se nutre de las reflexiones de quienes escuchan. Más que promover la respuesta directa a una u otra intervención, este espacio insta a tomar en cuenta la complejidad representada por el conjunto.
Estamos convencidos de que existen condiciones para una interacción abierta, por más difícil y dolorosa que esta pueda pueda llegar a ser.
Desconfiamos de las verdades excesivamente seguras de sí mismas, tal como suelen desplegarlas las narrativas políticas ordinarias. Pues todas ellas conllevan contradicciones y puntos ciegos, y lo que prima —como en cualquier esfera comunicativa— es el malentendido.
La escucha radical que promovemos conlleva el cuestionamiento de nuestras certezas con base en la condición común de que, mal que nos pese, nuestros lenguajes nunca hacen uno consigo mismos. La aceptación de esta babélica condición provee a las posturas enfrentadas de un punto de partida en común tan certero como nuestra compartida finitud.
Claro que esto aplica a la propia apuesta de Babélica. Por eso sus comentarios y sugerencias nos ayudarán a afinar y madurar este dispositivo.
Muchas gracias.
