Investigación


Investigación

Rafael Fernández López

En la universidad hay una presión para que uno declare su identidad como académico en términos de un pensar en cuanto seguimiento de un objeto o persona. Esta presión revela el registro identitario que estructura el sistema académico. Como estudiante de doctorado, soy parte institucionalmente de tal registro. Sin embargo, como intento demostrar en este texto, este registro no es inescapable. Mi trabajo es resultado de la necesidad de imaginar un camino alternativo del pensar en cuanto seguimiento: un camino hacia un pensar que no esté definido por la urgencia de seguir algo o a alguien, sino que permanezca suspendido en un seguimiento silencioso y sin camino. Un pensar que rehúse confesar su camino en nombre de un objeto o persona. Esta es la huida que ofrezco en este texto.

Pensar en cuanto huida necesita entenderse dentro de lo que Alberto Moreiras llama “el registro marrano”. Ser marrano en términos intelectuales es darse cuenta de la presión ejercida por la identidad, no dejando que ésta determine el camino del pensar de uno. Esta es, tal vez, la razón por la cual he viajado y estudiado en diferentes países desde que acabé mis estudios de Filología Clásica en la Universidad de Barcelona en 2014. Primero viví en los Países Bajos donde cursé una maestría en European Literatures and Interculturality en la Universidad de Groningen. Después de ello, opté por el doctorado en Hispanic Studies en Texas A&M, donde ahora trabajo en diferentes áreas, de la filosofía continental al cambio climático. Este es un camino que avanza de forma posacadémica, esto es, por fuera de la presión del registro identitario. Un camino que se encuentra en la intersección de diferentes caminos, sin dejarse atrapar por ninguno en concreto. Un camino sin camino, un camino marrano.

Arte y posmemoria. El arte como constructo social/político para la dignificación de las víctimas

El arte, la creación cultural en general, entraña un compromiso social/político. La Declaración de México de 1982 de la UNESCO dice que “la cultura hace de nosotros seres específicamente humanos, racionales, críticos y éticamente comprometidos” y es ahí donde radica ese compromiso. Si tenemos la posibilidad de hacer algo por los/as demás, de crear con nuestro trabajo un altavoz desde …