Composición de versos por cada ponencia del coloquio
En la improvisación se pone en juego la vida, el presente, la exposición, el juicio, el inconsciente, lo que hemos interiorizado, lo que creemos…
Escuchar es la clave de la libre improvisación. Es el nexo de todo lo demás, lo que da sentido al discurso, el espacio en el que se codean percepción y concepción. Orienta la navegación y define la ubicación. Escuchar –que no tocar– es el acto más voluntarioso, más solidario y más inteligente del improvisador. Es también el que más cuesta y el que más distingue.
Wade Matthews, Improvisando. La libre creación musical.
Gracias, Erick Vázquez, por referir en tu blog al coloquio “Máquina productora de silencio. La improvisación en y más allá de la música y las artes”. Tu escrito nos brinda la posibilidad de volver sobre el encuentro, sus componentes y argumento.
Al parecer, experimentamos dos eventos muy distintos. Donde nosotros impulsamos la instalación del campo de los Estudios de la Improvisación en los territorios de la ñ y promovimos la amplia colectividad que le corresponde, tú habrías preferido un programa centrado en la comunidad de músicos improvisadores de la Ciudad de México, a la que por supuesto convocamos en el amplio marco planteado: por eso invitamos a sus miembros a aportar al escenario emergente de los Estudios de la Improvisación a la par de una legión de colegas, provenientes de distintos circuitos y países.
Siempre se comienza por el medio; cualquier acción no es sino una tentativa. Siguiendo estas máximas de la improvisación, parto con una reflexión parcial, siguiendo el ritmo propio de la escritura, sin otra pretensión que la de elaborar una invitación –o, mejor dicho, una llamada, para usar una noción central en la música negra– a atender y ensamblarse con las actividades que comenzamos a desarrollar en el área de Estudios de la improvisación del Instituto.