La colección editorial “Lecturas éxtimas” de la Fundación Medifé circula un nuevo volumen con dos ensayos que articulan el discurso del psicoanálisis con la lengua y la literatura: “Nuestro no saber de dónde viene la lengua” de Jessica Bekerman (psicoanalista y colaboradora de 17, Instituto de Estudios Críticos) e “Hijos del instante (entre Breton y Winnicott: el gesto espontáneo)” de Daniel Ripesi. Ambos autores cuentan con el mérito de haber sido distinguidos recientemente por la Fundación Proyecto al Sur con el Premio Lucian Freud. El libro puede ser accedido gratuitamente aquí.
Nos queda la palabra
«Tenemos que reconciliarnos, que perdonar a muchas personas y que juzgar a otras. Y siento que solo lo podremos hacer si sabemos de verdad qué nos ha ocurrido, quién ha muerto, por qué, quién lo mató, qué quería, quién lo solapó. Porque los auténticos narcotraficantes no están en la prensa, sino que son unos empresarios muy ricos que están blanqueando dinero y haciendo negocio con el dolor de todos nosotros. Hasta que eso se entienda, se haga público y de algún modo se detenga, es imposible acabar con esta guerra. Por eso es que tenemos que dejar escrita nuestra memoria de lo que está ocurriendo». Eso nos dijo Lolita Bosch durante una entrevista. En 2015.
Releer a Paul Celan
Los poemas de este ciclo fueron acompañados de ocho grabados de Gisèle Celan-Lestrange; ese mismo otoño, la pareja decidió separarse. Los graves conflictos que vivían a causa de las crisis psíquicas del poeta hacían muy difícil una vida en común. En estos poemas, Celan reafirma su preferencia por una pareja que nunca le fallará: su alter ego, al que llama Tú. Para manifestar su oposición a las lecturas materialistas de Peter Szondi, Hans-Georg Gadamer comentó poema a poema, en un volumen que hasta ahora era de obligada referencia académica: ¿Quién soy yo y quién eres tú? (Herder, 1999). Ahora el lector dispone de los comentarios que el filólogo francés Jean Bollack (amigo de Szondi y de Celan) escribió para replicar a la hermenéutica gadameriana. Bollack despliega aquí su hallazgo. El poeta se ha escindido en dos instancias: el yo, o sujeto histórico, y el tú, o sujeto lírico. El lector se encuentra ante el diálogo irónico que entablan estos dos pronombres esenciales. Y Arnau Pons complementa el desciframiento cuestionando a su vez las interpretaciones supuestamente críticas que han surgido en el ámbito universitario, aportando su punto de vista. Leer es también subvertir.
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