Esta mesa propone la reflexión y el diálogo sobre la sonoridad, el silencio, la voz, el grito y la escucha, desde la perspectiva de la imaginación crítica. Ana Lidia Domínguez cuestiona la preeminencia de la vista como sinónimo de conocimiento y verdad que desdeña la relevancia del resto de los sentidos; señala la posibilidad de colocar a la escucha en el centro, para aperturar el oído a la alteridad como nexo originario del ser humano, y nos invita a reflexionar sobre el régimen de silencio impuesto por las dictaduras. Por otra parte, Miguel Ángel Quemain enfatiza el carácter ecuménico de 17, Instituto de Estudios Críticos, celebrando el interés en lo sonoro, a le vez que se refiere a la responsabilidad ética del quehacer radiofónico y los mecanismos de construcción de la escucha, y a la necesidad de pensar un ejercicio periodístico que rescate las voces entretejidas con la atmósfera de sonoridad. Finalmente, Pablo Mansilla presenta el trabajo realizado por el colectivo Sur Aural, que surgió de la necesidad y decisión de expandir los límites de la experiencia sensible y de la escucha en un ambiente saturado de vibración, reconociendo la potencia disruptiva de ingresar a otros estratos de pensamiento crítico, con llaves distintas a la de la razón; la escucha profunda como vía para asumir otras formas de habitar corporalmente el espacio, y la empatía colectiva.