Actualidad


Abordajes de actualidad

David Rothenberg, Ángel Faraldo y Kimber Sider

David Rothenberg expone el trabajo que está realizando con cantos de un pájaro de Estonia. Mostrando la enorme variedad de motivos y el trabajo improvisatorio que dichos animales realizan sobre ciertas células rítmicas-melódicas, plantea la existencia de culturas musicales propias de distintos grupos de pájaros. Más aún, aprovecha la musicalidad de los pájaros para interactuar con ellos en un medio improvisatorio, evidenciando la capacidad de la improvisación para generar medios de comunicación interespecie.

Ángel Faraldo habla sobre su investigación con distintas tecnologías, convirtiendo objetos cotidianos en instrumentos musicales. La invención de dispositivos o de instrumentos propios se muestra como un elemento central dentro de la libre improvisación, evidenciando que la preparación de medios no es opuesta a la búsqueda de lo inédito, sino parte importante de esta.

Kimber Sider aborda la exploración artística que ha hecho con su caballo, Katrina. A partir de un uso improvisatorio de la cámara fotográfica, busca resaltar los rasgos singulares de Katrina, cuestionando la universalización que como humanos tendemos a hacer hacia lo animal. El trabajo de Sider también supone una problematización de la mediación de la mirada hacia lo animal a través de la creación de instalaciones que revelan el tejido de las violencias propias al antropocentrismo —que, entre otras cuestiones, supone una conjunción de lo femenino con lo animal.

 

Concierto II: Trío Lesión / Concierto III: Ellen Waterman, Juanita Delgado, Jashen Edwards, Fernando Vigueras

El Trío Lesión —conformado por Ana Ruiz Valencia en el violín, Mange Valencia en el saxofón y Santiago Botero en el contrabajo— realiza una presentación sumamente íntima, donde abundan los silencios expresivos, las frases breves y texturas arbóreas. Como movidos por el viento, l_s tres músicos se envuelven en una danza sutil, a partir de un balanceo claramente sincronizado, generando una improvisación con un fuerte componente corpóreo.

El Concierto III es el resultado de juntar en el escenario a músicos de distintos países, que nunca han tocado junt_s: Ellen Waterman (Canadá, flauta transversa con procesamiento electrónico), Juanita Delgado (Colombia, voz), Jashen Edwards (EEUU, trompeta) y Fernando Vigueras (México, guitarra expandida y objetos). A partir de dos duetos iniciales, se desarrolla una improvisación con marcados contrastes dinámicos, frases veloces y largos espacios para cada instrumento.

 

Gonzalo Biffarella, Alain Derbez y Ana Ruiz

“Yo nos sueno. Yo nos oigo. Yo no-soy.” Por medio de una participación cargada de juegos de palabras y de un ritmo trepidante análogo al del bebop, Alain Derbez sugiere la necesidad de elaborar una autobiografía colectiva, que ayude a construir puentes sobre aguas turbulentas y en la que la voz de los otros se funda con la voz propia. En su “ponencia tocada”, reverbera la fuerza histórica y política del jazz, cuyo poder se juega en su capacidad de disonar o desestabilizar nociones, prácticas e instituciones tradicionales, como la de revelarnos a nosotros mismos —posibilitando una escucha de la escucha. 

Partiendo de un señalamiento sobre la importancia de siempre ser conscientes del contexto geopolítico que ocupamos, Gonzalo Bifarella reflexiona sobre la posibilidad del arte para modificar al mundo. Argumenta que la mayor contribución que el arte puede hacer en este sentido es la creación de modelos inéditos, mediante una relación exploratoria y creativa con las tecnologías del presente. La finalidad de esto es la anulación de la esclerotización del pensamiento, así como la producción de subjetividades singulares, sentidos colectivos y relaciones otras con los otros (humanos y no humanos).

 

Ajay Heble y Wade Matthews

Wade Matthews desglosa una serie de elementos estéticos, éticos y políticos que caracterizan a la libre improvisación, a la que distingue de otras prácticas de improvisación —incluyendo al free jazz— por su naturaleza no idiomática, en tanto las funciones que cada instrumento puede asumir no están dadas de antemano. Así, lo distintivo no es una sonoridad particular, sino las relaciones sociales que se ponen en juego. Recuperando la distinción conceptual planteada por Lydia Goehr entre impromptu y extempore, Matthews expone que, si bien en la libre improvisación no desaparece completamente la capacidad de prever por parte de los músicos, sí hay un esfuerzo consciente por fugarse de tal expectativa. En gran medida la afirmación de lo imprevisto es resultado de la generación de una intencionalidad colectiva surgida por la suma de varias intenciones, lo cual supone un duro cuestionamiento a la comprensión del artista como creador único. No obstante, se trata de un colectivo que abraza la singularidad de cada participante que, situándose desde una lógica del “qué pasa si…”, asume sus deseos mientras deja espacio para negociar los deseos de l_s demás.

Ajay Heble subraya la potencia crítica de la improvisación, comprendida como práctica de resistencia históricamente cultivada por comunidades marginales. En tanto posibilita la generación de maneras distintas de estar en el mundo con otr_s, la improvisación puede ser comprendida como una práctica de cuidado, lo cual es urgente en el presente. Heble resalta el vínculo entre improvisación e imaginación crítica, pues supone la creación de posibilidades donde solo pareciera haber imposibilidad. Al anular la noción misma de error y abrazar la incertidumbre, la improvisación se fuga y resiste a los sistemas impuestos, elaborando un constante desplazamiento de aquellas formas de actuar y pensar que se han solidificado, dificultando la imaginación de otras posibilidades para nuestro mundo. 

 

Sentire (Seña y Verbo + Liminar)

Palabras de bienvenida por parte de Tito Rivas –director de la Fonoteca Nacional–; Benjamín Mayer y Ricardo Lomnitz –co-organizadores del coloquio–; Gonzalo Bifarella, Ana Ruiz, Ana Ruiz Valencia y Wade Matthews –miembros del Consejo del área de Improvisación–; y Ajay Heble –fundador del International Institute of Critical Studies in Improvisation y el Improv Fest–. En estos discursos se resalta la importancia de pensar la improvisación dentro y fuera de las prácticas artísticas, en tanto acción fundamental para toda forma de vida. 

Asistimos a la presentación de Sentire, proyecto integrado por Seña y Verbo —compañía de teatro con actores sordos, con más de 30 años de existencia— y Liminal —una de las agrupaciones de música contemporánea más importantes de México. Utilizando un dispositivo que permite a los actores sordos sentir el sonido y producir sonido con el movimiento de sus cuerpos, estos improvisan junto con el saxofonista mexicano Omar López y Carlos Iturralde en la electrónica. El resultado es una pieza que nos hace preguntarnos sobre la posibilidad de traducción entre los estímulos de distintos sentidos, y la utilidad de la improvisación para generar todo tipo de puentes expresivos.