Blog de la Caravana


Síncopa, cerezo y cempasúchil: el Cuarteto Mexicano de Jazz en el Hamamatsu Sounds in 2024.

Con un cuerpo prestado que no produce sombra alguna, floto sobre un espacio donde ventanas estilo shoji hacen armonía con la arquitectura digital. El brillo de la pantalla ilumina las fotografías que ahí se exponen. Mientras tanto, se escucha un pianista mexicano tocando una pieza compuesta por un jazzista negro estadounidense a partir de música tradicional japonesa. Al igual que en este espacio sin puertas no tiene sentido preguntarnos por nuestra procedencia, carece de sentido alguno preguntar por la propiedad de esta música, que tiene como uno de sus legados más grandes la producción de diferencia en un medio donde la mezcla siempre ha sido impulsada. (En el principio fue la polinización). En este pequeño mundo en el que me paseo suspendido en el espacio, se tambalean las fronteras que suelen distanciar la tradición de la vanguardia, lo japonés de lo mexicano, la imagen del sonido, y quizás el pasado del porvenir.

Una escucha improvisada

Escuchar es la clave de la libre improvisación. Es el nexo de todo lo demás, lo que da sentido al discurso, el espacio en el que se codean percepción y concepción. Orienta la navegación y define la ubicación. Escuchar –que no tocar– es el acto más voluntarioso, más solidario y más inteligente del improvisador.  Es también el que más cuesta y el que más distingue.

Wade Matthews, Improvisando. La libre creación musical.

 

Producir silencio: escucharnos mejor

Gracias, Erick Vázquez, por referir en tu blog al coloquio “Máquina productora de silencio. La improvisación en y más allá de la música y las artes”. Tu escrito nos brinda la posibilidad de volver sobre el encuentro, sus componentes y argumento. 

Al parecer, experimentamos dos eventos muy distintos. Donde nosotros impulsamos la instalación del campo de los Estudios de la Improvisación en los territorios de la ñ y promovimos la amplia colectividad que le corresponde, tú habrías preferido un programa centrado en la comunidad de músicos improvisadores de la Ciudad de México, a la que por supuesto convocamos en el amplio marco planteado: por eso invitamos a sus miembros a aportar al escenario emergente de los Estudios de la Improvisación a la par de una legión de colegas, provenientes de distintos circuitos y países. 

Venezuela, 2024

A propósito del oprobioso fraude electoral cometido por el gobierno de Nicolás Maduro el pasado 28 de julio de 2024, episodio que detona el tránsito del desafuero radical del Estado venezolano y la respuesta social consecuentemente indignada, a la escalada de una violencia represiva manifiesta contra los millones de votantes que vieron en el candidato opositor, Edmundo González Urrutia, del partido liberal liderado por María Corina Machado, la posibilidad de un cambio hacia un futuro distinto en el país, quiero referirme a tres escenas en mi opinión reminiscentes, tal como quedaron registradas en medios y redes de comunicación de Venezuela y el mundo en los últimos días. En principio, porque las considero particularmente significativas para pensar el caso venezolano en estos momentos cruciales de su historia política. Pero, además, porque en ellas pareciera resonar espectralmente anticipada una lectura que hice del modelo bolivariano años atrás, en el marco del proyecto La política encarnada. Biopolítica y cultura en la Venezuela bolivariana (2011), coordinado por Luis Duno Gottberg (Rice University), a propósito de la serie de fotografías del neoyorkino Spencer Tunick realizadas en Caracas en 2006. Contundentes en su literalidad, las escenas a las que me refiero me permiten volver hoy a ese texto anterior que reproduzco aquí.

 

Del espacio curvo al cuerpo que habito

Del espacio curvo al cuerpo que habito es la culminación de mi Proyecto Final de la Maestría en Teoría Crítica de 17, Instituto de Estudios Críticos. Este proyecto es parte de una indagación artística que replantea la manera como un espacio es construido, intervenido y habitado a través de una instalación donde cristaliza un devenir femenino. Será inaugurada en el Colegio de San Ildefonso, Ciudad de México, el sábado 3 de agosto, a las 12:00 horas.