Los límites de la ficción

¿Puede el arte devolvernos un sentido de la orientación? ¿Puede la estética reestablecer la capacidad de reflexión en el sujeto? “Los límites de la ficción” de José Antonio Sánchez, especialista en cine y artes escénicas en España, se aproxima, desde una mirada panorámica, al diálogo que el teatro y el arte establecen con el fenómeno de la violencia producida por diversos regímenes que, coludidos con el Estado y los medios, ejercen el terror para continuar con un sistema de control y lucro. Desde León Ferrari a Forensic Architecture, de Argentina a Vietnam durante los años setenta, pasando por España, la Rusia de Putin, el México del 68 y del narcoestado actual; la cartografía de Sánchez se expande y contrae para denotar el poder del arte para visibilizar, denunciar y tratar de restablecer un sentido de justicia en un mundo donde los sistemas de represión y control pretenden ocultar la verdad para confundir y desubicar al sujeto.

Modelo para armar y vigilar

Este texto es una intervención, en términos artísticos, del sitio que perteneció a una vieja cárcel mexicana y que ahora es el Archivo General de la Nación. El Palacio de Lecumberri sigue presente no solo como ejemplo de corrección y regulación social, sino también como paradigma del abuso y opresión de un sistema político mexicano que se recuerda aún por su cercanía. A partir de una exploración del edificio, Caballero reconstruye lo que está ausente y que encierra el sistema de control panóptico: la torre de vigilancia. Bajo esta premisa, el artista ensambló una estructura metálica que dialoga a nivel material con la vieja torre de vigilancia y genera una operación inversa en la mirada: la torre dejará de vigilar y será vigilada.

Marcar la ciudad

A partir de una serie de leyes que criminalizan la acción de los pixadores en la ciudad de São Paulo, Brasil, y que arrojan sus prácticas a un “afuera” de la narrativa nacional que resalta como valor excluyente la racionalidad moderna, “Marcar la ciudad: El pixo y los desbordes narrativos del Estado-nación” de Iván Peñoñori traza cruces significantes que dan cuenta de un campo en disputa en el cual se expresan las contestaciones y negociaciones por el espacio público y la construcción memorística e identitaria de las comunidades periféricas de la ciudad. Peñoñori hace un análisis transdisciplinario para interpelar procesos problemáticos y contradictorios que pretendieron pensar estas manifestaciones como “desviaciones” o “desórdenes” de la idea de democracia racial en armonía y sin fisuras. La pixação ejerce borraduras y desbordes en las narrativas hegemónicas de la nación, lo que da cuenta de un espacio heterogéneo, antagónico e irreconciliable.

Bruce Nauman

“Bruce Nauman: cuerpo, espacio y virtualización de la experiencia” de Pablo Posada Varela se centra en un análisis fenomenológico de la icónica videoinstalación Live-Taped Video Corridor (1970). Su génesis apunta al modo específicamente naumaniano de entender el performance como “representación formal”, a lo que contribuye la presencia de cámaras y monitores situados dentro de la instalación y que consigna la desaparición del autor de sus propias instalaciones. Así, la configuración del dispositivo permite —e incluso obliga— a que el espectador realice un performance y lo haga “a contracuerpo”. Llevada al límite por la instalación misma, señala Posada Varela, esta obra de Nauman revela las estructuras profundas de la experiencia gracias a una variación artística y estética que completa y radicaliza la variación eidética propiamente fenomenológica.

Los mapas invisibles del lugar

Una serie de intervenciones en el espacio público, parte de la idea de que la identidad está, de alguna manera, determinada por el territorio. La artista Carme Nogueira se pregunta cómo pueden los habitantes ir más allá, mostrar todas las contradicciones y dibujar aquello que configura “los mapas invisibles del lugar”. El proyecto explora formas de lectura del lugar que incluyan otras perspectivas, que entiendan el lugar como algo no fijo, sino múltiple. Con base en esta premisa, Nogueira propone una serie de intervenciones mediante “objetos de interpretación espacial”, cuya finalidad es generar una relación, traducir o, por lo menos, acercarse a aquello que no es visible.